
Medición de la madera maciza – Un método de medición del carbono y la calidad de vida de la madera maciza
Este estudio, dirigido por el dRMM en colaboración con la Universidad Napier de Edimburgo y la Fundación para la Calidad de Vida, desarrolla una metodología para medir el impacto de los edificios de madera maciza sobre el carbono y la calidad de vida. La investigación aplica este método a cinco estudios de casos reales de madera maciza en todo el Reino Unido, demostrando cómo estos edificios contribuyen a la descarbonización y al bienestar de sus ocupantes. El informe presenta conclusiones clave sobre el almacenamiento de carbono, las emisiones del ciclo de vida y los beneficios biofílicos de la construcción con madera, al tiempo que identifica las barreras del sector para una adopción más amplia. Proporciona un marco reproducible para futuras evaluaciones de la madera en masa, apoyando el cambio hacia prácticas de construcción más sostenibles.
Puntos clave
- La madera en masa ofrece ya una solución de descarbonización. Todos los estudios de caso informan de emisiones significativamente inferiores a las de «seguir como hasta ahora».
- Se han observado mejoras en la calidad de vida. Especialmente emocionante es la percepción de una mayor conexión con la naturaleza, aunque más datos ayudarán a construir esta base de pruebas para que sea más representativa y de mayor alcance.
- El potencial de almacenamiento biogénico es significativo en los edificios de madera maciza. Los estudios de caso almacenan el carbono equivalente a más de cincuenta mil viajes de Londres a Glasgow en un coche medio del Reino Unido01.
- En la actualidad, las Evaluaciones del Rendimiento de los Edificios y los métodos del Ciclo de Vida Completo no se aplican de forma coherente ni se llevan a cabo con la suficiente amplitud en la industria. Deben respetarse las mejores prácticas, incluidas las relativas al carbono biogénico.
- La madera en masa, aunque aporta beneficios, no es una solución autónoma para la descarbonización y la calidad de vida. Se necesita un pensamiento integral (en todos los sentidos) para garantizar el máximo impacto de la madera maciza, junto con las mejores prácticas generales.